El color se utiliza para evocar emociones y expresar personalidad. Estimula las asociaciones de marca y acelera la diferenciación.

Por ejemplo, como consumidores dependemos de la familiaridad del color rojo de Coca-Cola para ubicar la marca aunque no esté escrita la misma.

No necesitamos leer el texto en un paquete de regalo de Tiffany para saber dónde se ha comprado. Vemos los colores y un conjunto de impresiones nos viene a la mente.

En la secuencia de la percepción visual, el cerebro lee el color después de registrarlo como forma y antes de procesar su contenido.

Elegir el tono de una nueva identidad de marca requiere  un profundo entendimiento de la teoría del color, una clara visión de cómo la marca necesita percibirse y diferenciarse y la capacidad de gestionar la consistencia y el significado  sobre un amplio rango de medios.

Mientras que algunos colores se utilizan para unificar una identidad, otros pueden usarse de forma funcional para clarificar la arquitectura de una marca a través de diferentes productos o líneas empresariales. Por lo general, el color de la marca principal se asigna al símbolo y el secundario al logotipo, a los descriptores de la empresa o al eslogan.

Las familias de colores se desarrollan para apoyar un rango más amplio de necesidades de las comunicaciones. Asegurar la reproducción óptima del color de la marca es un elemento integral de sus estándares y parte del desafío de unificar los colores del embalaje, los medios impresos, las señales y los medios electrónicos.

En este sentido, hablamos que el color crea emoción, es el detonante de la memoria y nos aporta sensaciones.

Los aspectos básicos del color con relación a la identidad de marca son varios que enunciamos a continuación:

1.- El color facilita el reconocimiento y construye equidad de marca.

2.- Los colores tienen diferentes connotaciones en diferentes culturas.

3.- El color se ve afectado por los diferentes métodos de reproducción.

4.- El diseñador profesional es el mejor árbitro a la hora de definir la consistencia del color entre las diferentes plataformas, reconociendo que es un trabajo duro y casi artesanal.

5.- Asegura la coherencia del color entre aplicaciones suele representar un desafío importante.

6.- Recuerda que el 60% de la decisión de comprar un producto se basa en el color.

Siempre, al gestionar una marca y complementar la misma con más colores complementarios, pregúntate lo siguiente:

¿Es distintivo?

¿Se diferencia de los competidores?

¿Es apropiado para nuestro tipo de negocio?

¿Está en línea con la estrategia de marca?

¿Qué va a comunicar?

Recuerda que nuestro rango de colores no sólo es atractivo desde un punto de vista visual; representa la diversidad, la energía y la pasión por nuestra comunidad.

La elección de un color para una marca, siempre dependerá de las funciones que ejercerá la misma, tendrá un significado, tendrá connotaciones positivas y facilitará la pregnancia en el consumidor. 

 

Al final de una elección, el color juega un papel preponderante en la construcción de marca, ya que una mala elección, conllevará a un fracaso en la posterior gestión.