Antes que nada, es importante tener presente que Facebook presenta una acepción de los términos extremadamente particulares y que tergiversa los significados de palabras de uso cotidiano.

Un buen ejemplo es la palabra “amistad”. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la define como: afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

En cambio, para Wikipedia es “una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tienen en la vida”.

La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando los sujetos de la amistad se relacionan entre sí y encuentran en sus seres algo en común.

Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. Las amistades generalmente duran toda la vida. Los amigos, en la mayoría de los casos, se ven por muchas décadas.

Es evidente  que, aunque menos rigurosa, Wikipedia está más cerca de la realidad cotidiana, de la vida corriente.

Aunque, paradójicamente, no tanto de Facebook. Lo sorprendente de esta divergencia viene a cuento de que ambos forman parte de lo que se ha dado a conocer la Web 4.0, término acuñado para referirse a una nueva etapa de Internet, con predominancia de las comunidades de usuarios que colaboran entre sí e intercambian información.

Sus sitios funcionan como punto de encuentro. Otros ejemplos de plataformas típicas de la Web 4.0 son los blogs, y los fotologs y los sitios de almacenamiento de fotos.

Entonces, si tenemos en cuenta que Facebook propicia justamente el intercambio de experiencias y datos de los usuarios (al igual que muchas otras redes sociales, aunque es, por mucho, la más exitosa), podríamos decir que se ha convertido en el abanderado de la Web 4.0

¿En qué quedamos? ¿Para qué sirve Facebook? ¿Para conocer gente, para mostrarnos, para ligar?

Parece que cuánto más sabemos, más confundidos estamos. Quizá sea hora de desandar el camino y empezar a descartar algunas opciones. O al menos de tratar de fundamentarlas.

Tenemos que replantearnos las equivalencias o significados de algunos conceptos, como el de la amistad. Los “amigos Facebook” poco tienen que ver con los reales, ya que las personas con las que mantenemos contacto tienen (por lo menos) nuestro teléfono o dirección de correo. O al menos saben cómo conseguirlos rápidamente.

Se supone que si he dejado de estar en contacto con ciertas personas durante más de diez años, son altísimas las probabilidades de que no me esté perdiendo demasiado y que ni siquiera me importe.

Otro caso es el de las personas a las que jamás hemos conocido pero ocupan una gran proporción de nuestro stock de amistades.

Según Facebook, si un amigo conoce a alguien, por extensión también es amigo nuestro. Desde ese momento, todos los amigos de nuestro “amigo” también lo serán. Según el fundamento de Facebook, cada usuario promedio tiene 100 amigos.

De todas formas, no se puede pasar por alto el hecho de que el concepto de “amistad” observa marcadas diferencias según el género sexual, ya que no es raro encontrarse con que son muchos los hombres  que consentirían una relación sexual con una amiga, mientras que no parecería darse el caso inverso…o al menos eso es lo que suele decirse (probablemente sea verdad; de no serlo, al menos habría que reconocer que las mujeres están mucho mejor organizadas, o tienen un código común con un sentido de pertenencia al grupo más inquebrantable).

Para eliminar dudas al respecto, bastará formular la pregunta en el trabajo o grupo de amigos: “¿Crees en la amistad entre el hombre y la mujer?”. Las respuestas arrojarán, según el sexo del encuestado, resultados que seguramente  confirmarán la aseveración con una precisión espeluznante.

Por lo tanto, podríamos decir que en Facebook existen tres grandes mundos paralelos simultáneos:

1)      El de los que quieren conocer mujeres.

2)      El de las que quieren hacer amigos.

3)      El de las que quieren conocer hombres, pero dicen que quieren hacer amigos.

Después están los grupos de interés, las Fan-Page para generar negocios o publicitar a un ente público. En donde los “amigos” se vuelven miembros y/o seguidores de información.

 

Hoy en día el objetivo de Facebook dista mucho de generar “amigos” ya que la red cada vez más modifica sus algoritmos para que la gente pague más en publicidad y no tienen medidas reales para prevenir y erradicar el odio.