LOS FAKE NEWS EN LA PUBLICIDAD Y SU FALTA DE VALORES EMPRESARIALES

Las noticias falsas en redes sociales se han convertido en el pan nuestro de todos los días.

Generar publicidad engañosa para atraer clientes se ha convertido en la “punta de lanza” de muchos negocios y empresas, que, desesperados por el declive de sus economías, apuntan sus campañas publicitarias en crear mentiras para vender.

Pero. ¿Hasta qué grado es recomendable utilizar estos métodos anti-éticos?

Y también ¿Qué relación tienen las noticias falsas (fake-News) con el mundo de la publicidad?

Ya que en la actualidad vivimos en un mundo interconectado, es por esta razón que las noticias o campañas publicitarias viven en una inmediatez, en donde la información viaja a velocidades inverosímiles.

Es en este momentum cuando las noticias falsas cobran relevancia en dirección de lo negativo. Gracias a su “realismo” y el poco tiempo que tienen los receptores para decodificar la información recibida, ocasionando con esto la interacción con las notas falsas, convirtiendo una situación en una verdadera etapa de crisis. 

Generando mayor tráfico en las URL. Convirtiendo al medio o sitio web en un punto de referencia de la nota o campaña propagandística que permea la información.

Convirtiendo a los creadores de “fake news en manipulares de  un muy alto porcentaje de público.

Estas noticias falsas benefician directamente a los creadores de éstas, en función de sus propios intereses económicos.

Utilizar notas o información falsa en publicidad puede ser altamente peligroso, ya que el “éxito” inicial, se puede convertir en un rechazo mucho mayor más adelante.

Es por esto que la mayoría de las redes sociales han comenzado a modificar sus algoritmos con el objetivo de impedir a toda costa información falsa, inclusive penalizando a los creadores de las mismas.

Inclusive la Real Academia de la Lengua Española la ha tipificado como “la distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”.

Pero las mentiras no sólo se han expresado en el ámbito político-periodístico, sino también ha abarcado incluso el de la ciencia. Como el de la creación de la  vacuna contra el Coovi-19 o el cambio climático, en donde se han desarrollado verdaderas campañas de desinformación.

La novedad de la información falsa radica en la velocidad y amplitud que a su difusión otorgan las redes sociales y sus malos algoritmos de seguridad. Ya que desde hace años estos espacios (que se suponían gratuitos) abarcan amplios espectros de la publicidad que antes ocupaban la televisión, la radio y los medios impresos.

Generando con esto, verdaderas situaciones de comunicación en crisis, llegando a decisiones como la que tomo Google al instalar un área especializada para combatir estas acciones de desinformación.

De esta manera, miles de  empresas y negocios, incluso reconocidas, recurren a variantes del engaño publicitario con el objetivo general de sembrar la confusión sobre los productos o servicios ofrecidos y así incentivar su compra.

Otra práctica muy recurrente en las campañas de marketing es el uso de influencers, personas dedicas a crear atmosferas engañosas y de quien se ha dicho, sin razón, que deben estar inmersos necesariamente en campañas de publicidad actual. Basta decir que, en muchos casos, se dedican a engañar a las empresas que lo contratan mediante el uso de granjas de bots, de fotografías trucadas o de cobrar solo con el objetivo de disfrutar gratis de los servicios o productos que se publicitan.

Frente al grave problema informativo y publicitario que significan las fake news, los magnates dueños de las redes sociales han comenzado a modificar sus políticas: así, por ejemplo, desde principios del año 2019 WhatsApp sólo permite reenviar un mensaje a cinco números a la vez.

Mientras que desde 2016 Facebook modifico sus algoritmos en donde sus usuarios puedan denunciar a empresas que publican información falsa.

Sin duda la información falsa produce profundas afectaciones desde el punto de vista del derecho humano a la información fidedigna, además de las afectaciones económicas que pueden acarrear campañas publicitarias mentirosas.

Es por esto, que se requieren legislaciones en todos los países del mundo en donde las fake-news han ocasiones severos procesos problemáticos.

 

En México ya se ha comenzado a tocar el tema desde el punto de vista legal, con el objetivo de penalizar a quienes generen información falsa.  

Escribir comentario

Comentarios: 0