¿QUÉ ES EL STORYBOARD?, Y CÓMO APLICARLO EN TU NEGOCIO

Saber contar historias mediante una secuencia de imágenes constituye una habilidad inestimable no solo para cineastas, dibujantes de cómics y novelistas gráficos, sino también para todo diseñador gráfico que trabaje con el tiempo y la interactividad.

El propósito de un storyboard consiste en explicar acciones con una serie de imágenes concisas.

Para desarrollar un storyboard, los diseñadores tienen que planear el arco de una narración y decidir cómo resumir esa historia en un número limitado de fotogramas.

Pero, ¿cómo se empieza y cómo acaba una historia? ¿Dónde transcurre? ¿Cuáles son los picos de mayor intensidad de la narración? ¿Los personajes entran en escena andando, corriendo, rodando o aparecen como arte de magia entre una nube de confeti?

Los storyboard para animaciones y para vídeos indican los movimientos de cámara, además de los puntos clave de la trama.

Hay un chiste famoso cuya gracia radica precisamente en su resistencia a ser gracioso. “¿Por qué cruzó la calle la gallina? Para llegar al otro lado.” Esperamos algo ocurrente, pero lo que obtenemos es una actividad mundana carente de motivación o de resultado sorprendente.

En una narración satisfactoria, la acción principal resulta significativa o llamativa e implica una transformación o un giro en el universo de la historia. El personaje puede cambiar, las personas o sucesos que lo rodean.

Al resolver un problema importante, el personaje se ve a sí mismo de una forma nueva.

Una historia satisfactoria incluye conflicto y suspenso. Las preguntas crean incertidumbre, lo que alimenta la curiosidad del lector. La historia consiste en el proceso de responder a la pregunta y resolver la incertidumbre.

Si la respuesta surge muy rápido, la historia es aburrida. Las historias crecen como los obstáculos, las demoras y los momentos de revelación. Una historia se asemeja a una carretera ondulante, no a una línea recta y eficiente.

Como las historias, muchos chistes funcionan dando vueltas a nuestra comprensión de una situación inicial. El escenario inicial pone una imagen en nuestra mente y la resolución del chiste pone patas arriba esa imagen.

Los storyboard son herramientas para planificar la acción transformadora de una historia. En unos pocos planos, un buen storyboard es capaz de expresar una progresión que incluya principio, nudo y desenlace. Recrea un itinerario intrigante y un cambio significativo.

Indica los detalles necesarios y el punto de vista de cada escena (cerca o lejos, primera o tercera persona).

Aprender a contar una escena en seis fotogramas es una buena manera de dominar los elementos esenciales de la forma narrativa.

Los diseñadores usan storyboard para comunicar sus ideas a los clientes y colaboradores. También emplean ilustraciones narrativas para reflexionar sobre un problema, esbozar ideas y empatizar con los usuarios cuando afrontan sus retos diarios.

Los storyboard son una herramienta crucial en la práctica de cualquier diseñador. Simplemente cuando se arranca un proyecto, se inicia con el proceso de diseño buscando “problemas y oportunidades” que impliquen a los usuarios en situaciones personales.

A la hora de hacer una lluvia de ideas para generar conceptos de productos para ciclistas, un diseñador debe imaginar situaciones frustrantes en las que los usuarios tratan de meter sus bicis en el coche o en el autobús de viaje.

En este sentido, el storytelling es la herramienta más efectiva para lograr que una audiencia  se divierta con una presentación. Vuelve al público más paciente y estimula su curiosidad a la hora de aceptar una idea.

También lo ayuda a entender mejor una instrucción e impide que se quede dormido durante una conferencia. Los storyboard transmiten la cualidad emocional de la experiencia de un usuario.

Además de crear ilustraciones de personas interactuando con un producto en un contexto físico, los diseñadores también usan los storyboard para planificar las acciones que tienen lugar en la pantalla digital cuando se usa un proyecto.

Los storyboard creados por diseñadores de experiencia de usuario pueden ir desde simples esquemas de pantalla en blanco y negro a prototipos completamente desarrollados que representan el lenguaje visual de un producto con gran detalle.

 

Tanto los esquemas como los prototipos suelen seguir la secuencia correspondiente al “viaje” de un usuario, partiendo del “incidente incitante” o la llamada a la acción  (aquello que motiva la interacción con el producto) a través de una serie  de pasos necesarios para alcanzar un objetivo o completar una acción con éxito. 

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