LA COHERENCIA DE UNA MARCA

Con independencia de que un cliente este utilizando un producto, hablando con el representante de un servicio o realizando una compra a través de su iPhone, la marca debe resultar familiar y la experiencia debería tener el efecto deseado.

La coherencia es la cualidad que asegura que todas las piezas encajan para ofrecer una imagen única de cara al cliente. Ésta no necesita ser rígida y limitada; en cambio, está diseñada para generar confianza, fomentar  la fidelización y agradar al cliente.

Pero, ¿Cómo se consigue la coherencia en una marca?

La marca debe tener una voz unificada, una idea central dinámica, en donde la empresa o negocio tenga clara su posición y la forma en la que quiere ser percibida. Todas las comunicaciones utilizan una voz consistente y evolucionan a partir de una idea dinámica central. 

A medida que las empresas se diversifican en nuevas áreas de negocio, la consistencia genera conciencia de marca y aceptación de nuevas iniciativas. De ahí lo importante de crear una estrategia de empresa.

La coherencia surge de la comprensión de las necesidades y de las preferencias del público meta y de diseñar una experiencia de marca que produzca la percepción deseada. Cada punto de contacto se considera como una experiencia de marca en sí misma. Por eso siempre se sugiere una amplia estrategia de puntos de contacto de marca.

Un sistema de identidad de marca está unificado tanto desde un punto de vista visual como estructural. Se construye sobre una arquitectura de marca cohesionada que utiliza colores, fuentes y formatos especialmente diseñados. El sistema de identidad facilita el reconocimiento inmediato de la compañía y apoya los atributos de la marca en los diferentes medios. De ahí nace la apariencia y por consecuencia la percepción que tienen los clientes de la empresa.

Un alto nivel de uniformidad y calidad transmite una idea de perfección que se proyecta sobre cada uno de los productos y servicios de la empresa. Cualquier atributo o acción que no sea de la más alta calidad reducirá el valor de la misma tanto a un nivel consciente como inconsciente. Es decir, los productos o servicios tienen que ser iguales de uniformes que la marca.

Utilizar un lenguaje claro y consistente para comunicar productos y servicios ayuda al cliente a tomar sus decisiones. Un nombre comercial  lógico y consistente con la arquitectura de la marca también se le pone fácil al consumidor.

La coherencia de una marca radica esencialmente en los principios de las marcas icónicas, es decir, tener la suficiente confianza para transmitir sencillez.

 

Honestidad, es decir, no prometer lo que no se puede cumplir. Sintonizar con la cultura actual y una excelente atención al cliente. 

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