Nuestros dispositivos se ha convertido en nuestra segunda naturaleza y nos acompañan allá donde vamos. Nos encanta enviar mensajes de texto, comprobar nuestros correos electrónicos a medianoche, guardar el móvil debajo de la almohada mientras dormimos, comparar precios, ver vídeos de YouTube, leer las noticias en el portal de El Universal y dirigir nuestros negocios.

De esta manera vemos que los móviles y las tabletas se hacen más inteligentes, más interactivos y más intuitivos. Todo lo que necesitamos hacer y aprender cabe en un bolsillo.

Estos dispositivos son nuestros centros comerciales, miniuniversidades y centros de recreación. Siri está  continuamente a nuestro servicio, mientras que ejércitos completos de algoritmos vigilan cada uno de nuestros movimientos.

Un ejemplo fehaciente del poder de una aplicación móvil  son los muestrarios interactivos que capturan la atención de los siempre ocupados viajeros de las estaciones del metro y de las paradas de autobús de Corea del Sur. Los compradores pueden escanear un Código QR con su teléfono móvil para añadir artículos a sus carritos de compra virtuales que finalmente  podrán recibir en su domicilio.

“Let the store come to the people” (deja que el establecimiento se acerque a la gente). Fue la principal de la campaña desarrollada por Tesco, la multinacional británica de supermercados es un ejemplo más del poder de una aplicación móvil.  

Pero el poder de una aplicación móvil no sería nada sin una marca gráfica, un logotipo que pueda reconocer con facilidad su público meta y claro, toda la gestión virtual e impresa que requiere la marca.

Las aplicaciones móviles también requieren de una gestión de marca ambiciosa, pues no sólo deben limitarse por estar en Google Play o App Store. También deben estar presentes en impresos y buscadores de Internet.

En este sentido, ahí van algunos conceptos fundamentales del diseño receptivo:

·         Adopte una actitud flexible frente al diseño gráfico y web, para dirigirse a todos los formatos actuales de dispositivos móviles y para adaptar a futuros formatos.

·         Mantenga una relación clara entre las familias de resoluciones de pantalla para reforzar un reconocimiento visual del sitio.

·         Solicite a su diseñador gráfico y web generar el mismo con el dispositivo en mente y posteriormente darle formato para definir parámetros que podrían conducir a otras resoluciones de pantalla.

·         Reconozca cada entrada física del dispositivo para desarrollar una experiencia más genuina, ya que, en la actualidad, no todo es hacer clic.

·         La estructura de acceso al contenido responde a los entornos y a los comportamientos. El entorno del usuario puede dictar las necesidades  de contenido, ya sea sobre la marcha o mientras está sentado en el sillón de su casa.

·         Establezca una clara jerarquía de información que contribuye a una experiencia del usuario mucho más intuitiva.

Siempre recuerden que una aplicación móvil, al igual que un sitio web o una tienda virtual se generan a partir del diseño responsivo.

Una solución de diseño responsivo es un sistema singular con un sistema de contenido único que responde a los formatos de las diferentes pantallas gracias a la flexibilidad de su cuadrícula. En lugar de diseñar múltiples variaciones de una aplicación o de páginas web para que funcionen en dispositivos específicos, una página web puede desarrollarse para adaptarse a todos ellos.