La palabra “marca” es un concepto que ha evolucionado en los últimos cinco años. Al inicio, por lo común funcionaba como la etiqueta para señalar un producto, como por ejemplo Chevrolet, coches o IBM computadoras. Pero la conciencia del valor de la propiedad intelectual detrás de esos nombres comerciales (naming) ha cobrado fuerza con los años.

Hablamos entonces de marcas personales, marcas de partidos o candidatos políticos y su respectiva gestión de marca. En este sentido, el gurú del marketing Seth Godin la define como “el conjunto de expectativas, recuerdos, historias y relaciones que, al congregarse, representan el leitmotiv de una decisión de consumo cuando el cliente elige un servicio o producto por encima de otro”.

A lo que Philip Kotler añadiría: esto se logra con mercadotecnia, que tan sólo “es un proceso social y administrativo por el que los individuos y grupos sociales obtienen lo que necesitan  y desean a través de la creación y el intercambio de productos y servicios de valor”

Existe una dinámica creada que coexiste entre empresarios y mercadólogos: “la marca no nace de la publicidad sino del modelo de negocios; desde los segmentos de clientes y la propuesta de valor, hasta las experiencias de compra, uso y consumo, donde la mercadotecnia es la disciplina central”.

En donde la mercadotecnia es la conclusión de un esfuerzo empresarial, el modo de comunicar valor.

El nombre comercial puede ser bueno o malo, o incluso tener una imagen apenas cumplidora; pero si formas parte de la cultura del mercado, el público meta te reconocerá  y eventualmente, te exigirá tener una imagen corporativa a la altura de tu impacto.

Para los expertos tampoco es suficiente con un buen producto y un buen diseño gráfico, hay que moldear ambos aspectos acorde a las necesidades  de los consumidores. Aunque la calidad es fundamental, no es determinante para crear este nivel de recordación. En este sentido, se ubica a una persona, empresa o producto no sólo por lo que ofrece, sino por cómo comunica a través de cada proceso de su cadena productiva y de los canales de comunicación.

La mercadotecnia es hoy la forma en que se entabla una relación directa con el cliente o consumidor para demostrarle todas las implicaciones de adquirir el valor que uno está dispuesto a darle.

La marca, en resumen es una suma de los esfuerzos de una empresa, vivencias de los clientes, el impacto emocional y la forma en que se coloca en una cultura determinada. Implica un grado de calidad y estatus social. O traducido: es la razón por la cual una empresa tiene éxito o fracaso.

Colocar un producto o servicio con un sello distintivo en el mercado no es complicado. Basta con conocer bien al consumidor  y otorgarle algo que lo satisfaga con calidad y precio.